lunes, 25 de octubre de 2010

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Que extraño el aullar del viento…
golpeando a mi ventana,

raspando el cristal que pronuncia voces.

Que doloroso es el lamento
que percibe mi piel,

Un escalofrío recorre mi columna,
busca que esta se colapse,
el dolor penetra mi vientre,
y desgarra mis entrañas,
perturba mis sentidos

Hay húmeda en medio de mis piernas,

Sensaciones de terror que se apoderan de mi mente,

De un extraño olor a muerte se impregna todo mí ser.

El sentir que lo estoy perdiendo,

que se le negara la luz
Sentirme dentro del hades

y a la vez saber que no estoy en el…

Añicos se convierte mi alma,

dolor y angustia en mi corazón

Al percatarme de que ya no esta mas dentro de mi ,


Mis gritos son acallados con mis lágrimas,
Ya no se que hacer
,
solo quiero desfallecer irme con él,

Pero la cobardía perturba mis sentidos,
aconseja mis sueños
Esa voz llamada conciencia no me deja actuar,
Pero mi corazón fracturado y mi alma lesionada
No piensa más que solo en morir,

Clamo a cualquier ser del cielo
o el infierno por piedad

Que me saquen de este mar encriptado de sangre

en la que estoy sumergida

Pero mis plegarias por nadie son escuchadas,
Todos esos seres llamados
dioses, ángeles, demonios
me dan la espalda ,
huyen de mi, se van de mis manos y de mis rezos
Mis ojos solo observan tinieblas,
mi mente esta cansada
Ya no quiero sollozar,
ya no quiero sentir,
el sepia ha pintado mi alma

Quiero yacer y no volver a abrir mis ojos,
El solo saber que mi hijo se ha ido,
me muero, mori con el

Una calida mano toma mi rostro,
Un ángel se ha apiadado de mis suplicas,
Seca mis lágrimas
besa mi frente
tomo mi mano
para dibujar un pez al cielo

Un sonido candoroso escucho a mí alrededor,

Un halo de luz se vislumbra a su alrededor.

Me toma en sus brazos

y me dice que todo va a estar muy bien.

Que solo me tome de el

y me va a ayudar a salir de ese solitario

Sepulcro en el que me he sumergido.…..

La Ventana

jueves, 29 de julio de 2010

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Que lúgubre mañana, amaneció llorando y gimiendo, el cielo gritaba con aflicción, mientras que el viento golpea las ventanas colérico para derrumbarlas y pasar a mi habitación, el silencio se hacia oír y los leves resplandores del amanecer adornan la ciudad con cara de cementerio que aguarda a su próxima victima.

Al asomarme a la ventana supe que era un muy buen día para morir. Suspire resignada a esperar el día de mi juicio final. El viento rugía con exacerbación y desolación, el cielo solloza cada vez mas. Nunca sé cuando voy a caer en la eterna oscuridad, mi alma se fragmenta cual cristal, a causa de remembranzas de los pocos y menudos momentos de felicidad en mi vida.

La soledad me acompaña con el ruidoso silencio, en las penumbras de mi mundo. Oscura y fría me escondo de las personas que hay a mí alrededor, ignorando a la vida. Vuelvo a mirar a través de la ventana mis ojos no alcanzan a ver mas allá, pues es muy densa y abrumadora la niebla.

Me siento en mi sillón, y observo en la chimenea como se consume poco a poco la madera, la oigo chillar y consumirse hasta volverse gris y desintegrarse, y pienso así va a ser nuestro fin. El viento sigue aullando, atravesando por los bordes de la ventana y siento la suave brisa en mi rostro el cual, no refleja mas que resignación de tener que vivir esta maldición, y sufro al conseguir una ilusión que mas tarde acabara siendo simples cenizas, que el viento se llevara.

Recuerdos llegan a mi mente, como un jauría de lobos en un bosque oscuro, remembrazas de pasión y de dolor; me aproximo hacia la ventana una vez mas, observo hacia el callejón oscuro, desciende como un angel negro, sus alas negras, lugubres y tenebrosas, enmarcan su insuperable y mistica belleza, mi alma anhela que la envuelvas con ellas, y que me saquen de este mundo de sufrimiento y dolor.

Cruel silueta la de su bello cuerpo, se la traga la noche, dejándome sola de nuevo, mis entrañas exhalan dolor, zambullidas en un mar de sangre, ahogándome en mis sueños oscuros, y en mi ventana se refleja la oscuridad de mis lagrimas.

Tenebre

miércoles, 28 de julio de 2010

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Recorriendo las calles de la ciudad, la oscuridad es mi unica compañia, yo un ser de la noche disfrutaba ser abrazada por la penumbra.
Tenia dias que no me deleitaba con ese liquido vital de un mortal, pero mi cuerpo aun no lo apetecia.
Mis sentidos se percataban de una presencia, no alcanzava a percibir de donde venia. Fue tan solo cuestion de segundos cuando el estaba en mi espalda, mi cuerpo se paraliza al sentir su corazon latir, su sangre tibia y agitada, mi boca se lleno de una sensacion de deseo impresionante, queria tener ese elixir en mis labios.
Toma mis hombros y me gira hacia el, mi corazon se detuvo al saber quien era, me hundi de nuevo en sus ojos, el se acerco para besar mis labios helados, al sentir el contacto de sus labios en los mios revivieron en mi, momentos de fuego y pasion.
Me tomo entre sus brazos, senti nuevamente su pecho lleno de vida, sus garras acariciaban mi cabello, toma mi cabeza y nos fundimos en un beso, en ese momento muerdo sus labios y de el brota sangre, sin apartarnos, mi boca se llena de ella, y en eso siento un pequeño mordisco el cual es acompañado de una caricia con su lengua, despues de eso siento que mi cuerpo se relaja demasiado hasta el grado de cerrar los ojos y entrar en un placido sueño.